sábado, 18 de octubre de 2008

El auto del juez Garzón


No puedo ocultar mi poca simpatía por el Juez Garzón, me da escalofrío su oportunismo y su megalomanía, pero en ocasiones, como fue el caso de Pinochet y ahora con su auto sobre los desaparecidos y fusilados en la época franquista, consigue un revulsivo social de importante calado, aunque su efecto final sea casi siempre efímero. Ésta semana la degradación, la ignominia fascista, equiparada con el régimen nazi alemán, del dictador Franco ha abierto las noticias de los mejores telediarios, se ha acomodado en los mejores diarios del mundo, en las tertulias radiofónicas españolas hemos oído como los contertulios esgrimían sus calificativos sobre semejante barbarie, incluso los personajes de la derecha política, más europea, tildaban de asesinatos aquellos Juicios Sumarísimos de la dictadura franquista y recordaban que cada Sentencia, de esos crueles Juicios, eran puestas en conocimiento del máximo jefe; Franco, siendo él quién daba la orden a los verdugos. Mientras la derecha de Rajoy repite la cantinela de que no hay que mirar al pasado.... A la vez, también esta semana, el indultado Manuel Fraga se aferraba a que en este País hubo una amnistía, pero no dice que fue al amparo del miedo, de la generosidad y la inteligencia de millones de humildes y grandes personas, que no queriendo que sus hijos y sus nietos vivieran la vida, sin libertades, que a ellos les tocó vivir, actuaron en consecuencia. Creo que ha merecido la pena.
Dicho esto, no renuncio un ápice al apoyo y máximo reconocimiento, que siempre he dado, de como fueron dirigidos los acontecimientos de la transición, desde la izquierda social, por dos personas claves para mí: Santiago Carrillo y Felipe González Marquez.
Este sello que podéis ver a la izquierda esta plasmado en el documento que sirvió para asesinar a mi abuelo y lamentablemente a muchos más. Cuyo paradero sólo conocemos que está, en una fosa común, en el cementerio de Almería.
Estos días, de forma especial recuerdo el trágico final de su vida y como no la de mi padre. Ambos llamados Justo GonzálezPosted by Picasa

No hay comentarios: