No es el momento de abrir el melón sobre la posibilidad de revisar la forma de Estado, Monarquía/República, más de cinco millones de parados e inmersos en una crisis absoluta de la economía, hacen que pocos puedan entender semejante debate. Aunque nadie, en su sano juicio, puede justificar el comportamiento del Jefe del Estado. Pero sí, todo apunta, a la necesidad de exigir a la Casa Real una recificación doble; Por una parte por su relajación, siendo muy generoso con el término, en las conductas de sus miembros, que han llegado a involucrarlos en temas muy turbios y que están pendiente de juicio. Por otra parte; el Rey debe solicitar disculpas al pueblo español, por haberle fallado, tanto por su inoportuna y poco admirable cacería en un país africano como, por otro lado, en su condición de garante de la Familia Real, pues es en él a quien se le deposita la confianza, y es Él quién, a través de los Títulos Nobiliarios, delega en su familia, parte de esa confianza, para que sean beneficirio de su condición. Terminar diciendo que, entre tanto pasamos esta tempestad económica y social, parece oportuno, que el Rey abdique para que Felipe y Leticia nos representen.
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